La importancia de auditar la calidad del aire comprimido según la ISO 8573-1
Imagina que quisieras comprar un coche. ¿Lo comprarías si la única información que te aportaran fueran el manual de instrucciones y una fotografía? ¡Por supuesto que no! Todos conocemos los riesgos de adquirir algo sin asegurarnos de su funcionamiento.
Sin embargo, cuando de se trata de la calidad del aire comprimido, muchos profesionales de calidad se conforman con mirar las especificaciones técnicas de los equipos de filtración y secadores instalados. Esto es así porque no siempre se reconocen los riesgos de tener un aire comprimido de mala calidad.
¿Cómo puede afectar el aire comprimido a la calidad del producto?
El aire comprimido es una fuente potencial de contaminación de microorganismos, hidrocarburos, partículas y humedad, especialmente cuando este tiene contacto directo con el producto.
Es sabido que el aire comprimido es una fuente potencial de contaminación por microorganismos, por lo que las empresas productoras suelen tomar muestras para su análisis. Pero la contaminación por hidrocarburos, aceites y humedad es ampliamente desconocida. Esta contaminación, además de ser potencialmente dañina para el consumidor, puede causar diversos problemas tanto en el producto como en la producción:
- Humidificación de la materia prima o del producto
- Proliferación de mohos y bacterias
- Cambios en el aroma por contaminación del producto con aceite o hidrocarburos
- Productos defectuosos
- Aumento de residuos y mermas
- Retirada del mercado de productos
- Aumento de los costes de producción
- Desgaste y corrosión de las instalaciones
- Oxidación de las herramientas
- Daños en la instrumentación
- Daños en la reputación de la compañía
Un escenario habitual es que el aire comprimido que se utiliza en la descarga de la materia prima provenga de los compresores instalados en los camiones. Este aire sin tratar, saturado de humedad, con aceite y otros contaminantes, incide directamente en el producto y provoca problemas en la materia prima como apelmazamiento, hongos o levaduras en los silos. Esto es debido a que no han considerado este aire comprimido de transporte como un punto operativo de control en la producción y no lo han incluido en el APPCC, cuando realmente sí es necesario.
¿Un compresor sin aceite es aire sin aceite? No
El problema del aceite en el aire comprimido no desaparece con un compresor sin aceite debido a que en el aire ambiente hay contaminantes. Por ejemplo, los MOSH y MOAH pueden acceder a las instalaciones de aire comprimido provenientes de los procesos de combustión generados por los vehículos de motor o por la producción industrial; además, su concentración aumenta al comprimir el aire. Por tanto, la compresión sin aceite no puede garantizar un aire comprimido clase 1, según la norma ISO 8573-1, si no va acompañada de un tratamiento para el aceite e hidrocarburos. (más información en el informe del comité científico de AFSCA, en el informe SciCom2015/15 en el apartado 4.1.2).
Fuente: interempresas.net